HISTORIA
No
hay certeza de la fecha concreta en que se empezó a dar
culto a Santa María del Prado. Hay algo que sin
duda se puede afirmar: es una de las imágenes más
antiguas, si no es la más antigua, de la Diócesis.
¿Es un regalo a Talavera del rey Liuva, en el
siglo VII? Este era hijo de Recaredo y sobrino de
san Hermenegildo. ¿Es
un regalo de san Ildefonso a la ciudada como
premio por los servicios prestados en la lucha contra el
arrianismo, que defendía que María era Madre de Cristo
hombre, pero no era Madre de Dios? El arcipreste
Juliano afirma de la Virgen del Prado: Era
muy estimada de San Ildefonso. Y Pedro de
Villarroel, escribano de la ciudad, menciona de
nuevo la devoción que san Ildefonso tenía a la
Virgen del Prado, y que desde Toledo vino a
visitarla varias veces a esta Villa.
Hay un hecho histórico: La cristianización de las
"Mondas", antiguo rito en honor de la diosa Ceres.
Las Mondas tanto en su época pagana como en su época
cristiana, fueron siempre fiestas con un cierto carácter
oficial, abiertas no solo a los hijos de Talavera sino a
toda la comarca, alegres y piadosas. Su misma
descripción remite a un origen antiquísimo y noble. Todo
este ritual se ha mantenido sustancialmente. Pero,
¿cuándo
se cristianizaron estas fiestas, iniciándose el culto a
nuestra Señora del Prado? Sospecho que pudiera
adelantarse esa transformación a la época tardorromana o
de transición a la visigótica, siglos IV-V, dice
Colomina Torner.
Felipe II denominó a la Ermita de la Virgen del
Prado "Reina de las Ermitas"; el Card. Quiroga
(1577-1594) la llamó "Madre de las Ermitas". Tenemos
noticias de las diversas restauraciones realizadas, la
primera en 1210, la última en 1979.
Pío XII concede la Bula de la Coronación
Canónica el 15 de Julio de 1956 y se lleva a efecto,
con filial entusiasmo, el 30 de Mayo de 1957.
El 14 de Febrero de 1989 se firmaba en Roma, junto a San
Pedro, una Bula Pontificia por la que se elevaba la
Ermita a la dignidad de Basílica Menor por decisión de
Su Santidad el papa Juan Pablo II, y se
consagraba como tal el día 5 de Noviembre del mismo año.
Talavera es una ciudad mariana por excelencia. Desde
hace siglos lleva en su alma una entrañable devoción a
la Madre de Dios, se puede decir que existe un pacto de
amor entre la Virgen del Prado y el pueblo de Talavera.
Sin exageración puede afirmarse que ante la Virgen han
desfilado, a lo largo de la historia, todas las ansias,
anhelos, aspiraciones y proyectos del pueblo talaverano.
La devoción a su Virgen
ha forjado el alma de este pueblo y lo ha marcado para
siempre. Estamos seguros de que todas las empresas
nobles, todos los hechos gloriosos de los que nos habla
la historia de esta ciudad, son perlas que se formaron,
flores que crecieron en este Prado.